4a.- PONENCIA DE ALEJANDRO PEREZ

Transcripción resumida de EXPOSICIÓN DE
R. ALEJANDRO PEREZ M.
“ LA LITERATURA PUBLICADA EN PERIÓDICOS OBREROS DE PRINCIPIOS DE SIGLO XX EN ANTOFAGASTA”

1.     Definir literatura y una literatura en particular desde nuestra experiencia común, digo leídos al menos el Wellek y Warren[1], el Kayser[2], a Goic[3], a Todorov[4] creo coincidiremos en que ellas no se inician con una obra, ni con una obra prima, ni con un escritor, ni con quien primero lleva a la literatura un tema o un paisaje. Cuándo nace una literatura creo que es un hecho aún no determinado, y aunque lo fuera, no aportaría mas que lo anecdótico, espero estemos de acuerdo con ello.
2.     Pero, qué es una literatura? Cuántas obras se necesitan para decir que existe una literatura social? Una literatura indígena? Una literatura feminista?, Cuántos escritores? Creo que este es otro hecho indeterminado y sobre el que no hay consenso.
3.      Mas ahora, en el caso particular que nos convoca, y considerando que hoy no es nuestro propósito el constatar la existencia de una literatura en el norte de chile, nuestro propósito, mas humilde, es solo fijar un corpus, con la suficiente solvencia y capacidad que nos permita iniciar un proceso de inclusión de él en nuestros curriculums educacionales, que nos permita avanzar en difundir nuestra identidad literaria regional sobre bases sólidas ante la comunidad, y que apoye el trabajo de fomento de la lectura en nuestra región.
4.     Dicho lo anterior y mas como anécdota y por el valor que posee al establecer una relación de estilo con la poesía de principios de siglo siguiente, debería iniciar mi exposición citando a Pedro Díaz Gana (hermano de José Díaz Gana[5]) autor de esa memorable “Historia de Sebastián Cangalla” con reminiscencias de epopeya, de èpica, escrita en prosa y en verso, y para mejor y mas clara relación con la poesía obrera, publicada también en un periódico[6]. Aunque en estricta justicia la obra de Díaz Gana posee un valor independiente y nombrarla por ser precursora es casi una irreverencia.
5.     Para la narrativa, Osvaldo Maya en “El Norte Grande Chileno en la Narrativa”[7] da como su inicio los años ochenta del siglo XIX. Mas, como ya lo decíamos, fijar una fecha es un ejercicio meramente anecdótico pero parece acertada, una fecha en que recordemos culmina la vigencia del romanticismo y comienza la del naturalismo (1889 a 1904 este último según C. Goic) ello en el marco nacional.
6.     Y lo que sí tenemos a fines del siglo XIX y principios del XX es ya un principio de corpus, es decir una producción que puede definirse como literatura (10 novelas cita Maya Cortés, un cuento y 10 producciones que define como “otras formas narrativas” ) y junto a ella una vital producción de periódicos.
7.     Y acá debo comenzar a hacer algunas distinciones que pueden generar controversias: primero, recordar que se nos ha enseñado que una obra literaria es aquella que obedece a algunos cánones que la critica registra y que, de acuerdo a ella, se legitima, y se difunde… o pasa al olvido. Una producción literaria es aquella que es legitimada por un medio, un medio o contexto social (sus pares)[8]. Existen casos en que esa legitimación toma tiempo (fue el caso de Gabriela Mistral o de Panait Istrati, de Gómez Rojas u otros autores que ya muertos se les reconocen sus méritos; los casos mas dramáticos están en la pintura). Efectuada ya esta legitimización la producción pasa a ser parte de nuestra “cultura nacional”[9], suele incluirse en las historias de la literatura del país, pasa a ser arte de los programas de educación.
8.     A mediar el siglo XX el concepto de cultura se amplía y se le comienza a entregar legitimidad cultural a producciones que quedaron al margen de una concepción mas decimonónica de una legitimidad estatal, formal.
9.     Producto de lo anterior cobran valía aquellas expresiones populares de poesía, versos, leyendas urbanas y rurales. Y desde esta nueva perspectiva, creo que debe volver a revisarse la producción que anuncia Maya Cortés (y antes lo hiciera ya Yerko Moretic[10], M. Bahamondes[11] y Sergio Gaytan[12]) junto a la producción poética de fines del XIX.  Es decir, la narrativa (que Moretic reconoce como un “reducido número de novelas y cuentos nortinos y la sencillez de su estructura”) pero que ahora se ve complementada con la revalorización (desde la academia, digo con ironía) de la producción poética aportada por la prensa que se genera en el enclave (discutible concepto por supuesto el de enclave) salitrero.
10.  Si consideramos como literatura la expresión de la relación del hombre con el medio (sobre la base de un discurso literario por supuesto) ¿podría incluirse la producción de todas aquellas hojas o “prensa de cordel” relacionada con la Guerra del Pacífico, y de las que Juan Rafael Allende[13], junto a otros grandes por supuesto, imprimieron por miles allá en Santiago al finalizar el 1800?. Muchas de ellas hablan de la campaña del norte, del desierto y su inclemencia (que al igual que otro premio nacional nuestro escribía sobre él sin conocerlo). Sin embargo creo que no. Creo que hay aquí, en ellas un inicio, una pre-historia podría decir.
11.  Una nota al margen necesaria para seguir: el periodismo con sus clásicas Cinco W, corresponden a la precariedad de las comunicaciones durante la primera guerra mundial, el estilo de redacción del periodismo previo a 1918 aprox. era totalmente diferente. Durante la Gran Guerra y de ahí para adelante la redacción periodística cambia, antes la descripción era emotiva, se dramatizaba el discurso escrito, y en muchos casos con recursos propios de la literatura (el hundimiento del Itata narrado por el diario “El ABC” de Antofagasta es un buen ejemplo). Junto a ello el periodismo con costos de impresión mucho mas altos que los actuales, tenía (como hoy) mas publicidad que información. Digo esto porque la producción periodística de fines del siglo XIX fue significativa en nuestros puertos, en un estilo que rebasaba la frontera muchas veces entre lo literario y lo periodístico. Para ejemplo, y permítaseme le digresión, cito una nota de Mario Bahamonde en que a la pregunta de si es literatura lo que hay en esos periódicos, creo que debe responderse que no, responde, pero también hay allí una pre-historia (excepción hecha sobre la base de innumerables versos y poemas aparecidos en páginas de periódicos regionales, que si son literatura y propiamente literatura regional)
12.  La presencia de la prensa en el norte de Chile es vital para comprender su literatura, su literatura de principios de siglo XX. Hubo cientos de periódicos en la pampa salitrera, periódicos que se definen como comerciales y otros de carácter político. Nos interesan estos últimos si hablamos de literatura, pero no podemos negar que en los comerciales también hay una presencia de expresión literaria, solo que menor, y no de motivos sociales, sino mas bien emotivos (amor). Por último también estuvo la prensa jocosa que muchas de sus páginas las llena de versos irónicos, y de denuncia social pero carentes de un subtexto ideológico.
13.  En el norte de Chile, y en lo que algunos definen como un enclave salitrero (definición bastante funcional a una def de literatura regional) existió una producción literaria sustantiva, una producción literaria que tiene un lenguaje particular, que tiene motivos (diferentes a los que la literatura capitalina chilena reconoce para esa época) que tiene autores (con características diferentes a los “vigentes en esa época y que se pueden identificar en aquella referencial “Selva Lírica”) que tiene un soporte diferente a los que se reconocen en esa época, que tiene un motivo propio (no iluminista? Romántico? Buscar) y, finalmente que tiene una “visión de mundo”, una welstanchaung propia, que le da una seña de identidad.
14.  Tiene un lenguaje particular en tanto el discurso poético, lírico es este caso, evita recursos literarios como aliteraciones, imágenes, metáforas y se inscribe en uso de comparaciones, hipérbaton y antropomorfizaciones. La influencia de las decimas espinelas[14] esta presente en ellas, en algunas se reproduce la estructura en otras se mantiene el carácter fónico o ritmo de ellas en cuartetas, en versos con rima de variadas formas.
15.  Incluso sobre la base de este lenguaje se pueden identificar dos tendencias incuso una tercera. Una primera genuina o propia, una impostada y una tercera que corresponde a préstamos literarios que serían aquellos que aportaron, a este corpus, sin ser obreros de la pampa salitrera, pero que solidarizaron con ellos, entre los que destacan “El Taita de la Oficina”, o “Canto a la Pampa” de discutida autoría.
16.  Esta literatura tiene motivos propios como el anticlericalismo, la redención social, la parodia.
17.  Tiene incluso un rasgo que la define y diferencia sustantivamente de la literatura nacional y es el carácter anónimo en muchos de sus autores. Muchos interpretan este anonimato como el miedo a una represalia laboral, hay segundas lectura de este hecho, pero lo que si es preclaro es el carácter social del poeta: de un personaje del parnaso literario, a un trabajador de la pampa; de un ilustrado, a quien había aprendido a leer hace poco en la pampa; de un poeta que busca la figuración y fama de su obra, por otro que la usa como instrumento al servicio de la redención de una, su clase social.  De esta forma el carácter anónimo es una de las principales características de este corpus, y que lo hace particular, y que le entrega identidad
18.  La poesía escrita en los periódicos de la Pampa salitrera, tiene también autores que nos permiten la tercera ya mencionada clasificación, la de los préstamos literarios, como la reproducción de poemas de Escobar y Carballo, de Ghiraldo, de Eduardo Gentoso.
19.  Tiene soporte entendiendo por ellos periódicos de organizaciones mancomunales, de sociedades de resistencia, de partidos políticos, periódicos muchas veces (y creo que en todos los casos) financiados por ellos mismos, erogaciones, cuotas, y los que se vendían en el puerto.
20.  Tiene una expresión ajena a la corriente como es la expresión del naturalismo en esos años.
21.  Tiene una visión de mundo y este quizás sea el principal y mas significativo rasgo para identificar una literatura de otra, esta producción literaria, lírica, posee una visión de mundo que mas que expresa y coincide con una visión de mundo del proletariado de esa época, es la visión de mundo de ellos. Moretic dice que “Ningún hombre puede –como ser pensante y actuante- pretender estar al margen de la sociedad, por encima de las relaciones sociales y, si estas relaciones son de clases a clase, por encima de estas clases. Ninguno puede aspirar a construir una concepción desligada de si mismo, de su propios carácter social” [15] y esta definición es aplicable para quienes escriben, ellos escriben desde la sociedad.
22.  En conclusión podemos decir que en los primeros veinte años, desde la expresión lirica (en esta situación uno de los pilares que nos permiten configurar o vislumbrar la presencia de una literatura) existe una manifestación o expresión literaria suficientemente autónoma, corpulenta (de cuerpo), original, que, literatura o no[16], es parte de nuestra historia, y una parte que no merece ser relegada al olvido.
23.  Debo reconocer que estos comentarios se circunscriben a los clásicos ya citados: Maya Cortés, Y. Moretic, Pedro Bravo Elizondo, el “Poemario” de Miranda con Moulian, a Mario Bahamonde, a los amigos presente Bernardo Guerrero, y Sergio Gaytán… no registro mas[17]. “Académicamente” no estoy al día sobre crítica o “papers” sobre literatura del norte salitrero, o como queramos llamarla, (debiéramos ya acordar una designación). He dejado afuera algunos breves artículos en internet que incursionan en el tema, pero hasta donde van mis conocimientos, no hay mucho mas que esto.
24.  Y saliendo ya del asunto, digamos lo que hay que decir: la literatura del norte de chile, la literatura de la pampa salitrera, o la literatura pampina, o como queramos llamarla, si queremos identificarla como tal, si queremos reconocerla, legitimarla entre nosotros, permitirle que sea elemento constitutivo de nuestra identidad, nos obliga a actualizar nuestro concepto de literatura, o a reconocer que puede definirse como literatura una “producción intelectual” que en su formato es similar a la literatura digamos clásica, o burguesa, pero que sus patrones, motivos, estructura, función, es decir todo, todo lo demás, es diferente y particular .
25.  Si seguimos aceptando que la literatura chilena, la literatura nacional, es aquella que determinan una serie de críticos, historiadores o educadores en nuestra capital, no encontraremos jamás raigambre, identidad, entre nuestras letras[18].
Gracias.





[1]Teoría Literaria” René Wellek y Austin Warren, Biblioteca Románica Hispánica, Edit. Gredos Madrid.
[2]Interpretación y Análisis de la Obra Literaria” Wolfang Kayser, Biblioteca Hispánica, Edit. Gredos,
[3]Historia de la Novela Hispanoamericana! Cedomil Goic” Ediciones Universitarias de Valparaíso, Universidad Católica de Valparaíso, Chile
[4] T Todorov “La Poética” Revista Comunicaciones
[5] Conocido en Antofagasta por ser quien descubre el mineral de Caracoles
[6] En el “El Huasquino”, periódico de Vallenar, de Domingo A. Sanderson que en 1956 publica una serie de artículos denominados “Historia de Sebastián Cangalla”, cita de Pedro P. Figueroa en “Pedro Díaz Gana, Poeta Popular”.
[7] “El Norte Grande Chileno en la Narrativa” Osvaldo Maya Cortés, Ediciones PROA, 2005 Antofagasta
[8] “El Ateneo de Santiago” es un ejemplo de ello, fundado el 1 de mayo de 1899
[9] Jorge Hunneus Gana deseoso de crear una institución que estimulase el desenvolvimiento de la literatura y las Bellas Artes, dicta el 31 de 05 1900 un decreto que tendría la supervigilancia de la enseñanza artística en los institutos del país. Selva Lírica Pag 480.
[10] “El relato de la Pampa Salitrera” Yerko Moretic Ediciones del litoral1962, Argentina,
[11] Mario Bahamonde en Revista “Ancora”, en la presentaciòn de sus antologías, además de su “Guía de la Producción intelectual Nortina”
[12]14 Autores Nortinos”, “Autores y Temas de la II Región” en Revista “Recital” Sergio Gaytán
[13] En 1879 a Juan Rafael Allende “El Pequen” el gobierno le imprime 5000 volúmenes de poesías populares, en pequeño formato para repartirse en el ejército que lucha acá en el norte de Chile
[14] Referencia a la décima de Vicente Espinel, poeta español.
[15] “El Relato de la Pampa Salitrera” Yerco Moretic, opus cit. pag. 11
[16] En la última “Historia de la Literatura Chilena” que conozco, la de Máximo Fernández Fraile, o la de Montes y Orlandi, no se hace ninguna referencia a los textos escritos en la prensa obrera del norte de Chile. Solo en “Selva Lírica”, de Molina y Araya, hacen una referencia general, mas que la prensa obrera, a los escritos que denuncian las matanzas de esos años
[17] En Iquique está Alberto Carrizo Olivares (Iquique, 1935) que trabajó en la “Guia de la Producción Intelectual Nortina”. Y Ostria González, este último que su análisis es desde la academia (ref de sus textos) pero que ha escrito mas sobre Rivera Letelier.
[18] Ricardo Alejandro Pérez Miranda; Profesor de Estado Castellano, Magister en Educación.